"En días de permanente cambio, como los de hoy, el mañana será para los que sigan aprendiendo.
Aquellos que ya aprendieron están preparados para un mundo que ya no existe"

Lao Tse. S.VI a.C.

Whatsapp: ¿pagar o no pagar?

«Lo que ha hecho Whatsapp es crear una necesidad, consolidándose en su terreno, llegando a los usuarios de forma gratuita al principio para conseguir así expandirse y convertirse en líder -indica Mata-. Una vez que ha generado esa necesidad, pasa a ser de pago, algo que solo pueden permitirse aplicaciones con una cuota de mercado tan grande como la suya». El caso Whatsapp recuerda a la estrategia que ha ido puliendo y perfeccionando inteligentemente estos últimos años Spotify. El hoy popular servicio llegó a los ordenadores presentándose como un programa de música en streaming. Gratis, sin descargas, legal. Y con un kilométrico catálogo de canciones y discos, de todos los géneros, de todas las épocas. Solo requería conexión a Internet. Cuando los que entonces vieron el cielo abierto ya se habían acomodado a la comodidad de este servicio, Spotify anunció que comenzaría a limitar las cuentas Free y Open -modalidades gratuitas que incluían publicidad cada ciertas canciones- a 10 horas de música al mes. Para el que quisiese más, la compañía reservaba la opción Unlimited y Premium por un módico precio. El siguiente paso llegó de la mano del boom de los smartphones. Sorpresa. La aplicación movil de Spotify solo podría ser instalada y utilizada si el usuario tenía contratada una cuenta Premium -10 euros al mes-. Estaba todo hecho. El gusanillo dentro del cuerpo. La necesidad anclada en aquellos que ya se habían acostumbrado a las bondades de la plataforma. La Voz de Galicia, 10 de marzo de 2013